El presidente de la Cámara de Diputados espera acomodar la agenda Parlamentaria para confirmar su participación.
Pocos dÃas después del anuncio mediático de un congreso partidario, en el que las bases del Frente de Renovador le pedirÃan a su jefe, Sergio Massa, que se desmarque de las internas del Frente de Todos y se dedique a su propia construcción polÃtica personal, al titular de la Cámara de Diputados le llegó la invitación para acompañar al presidente Alberto Fernández a la cumbre del G-7 en Alemania, entre el 26 y el 28 de este mes.
Según supo NA, Massa le comunicó este viernes por la noche al jefe de Estado que sà asistirá al encuentro en Munich.
El empoderamiento de Daniel Scioli al ser designado como ministro de Desarrollo Productivo habÃa caÃdo muy mal en el campamento del Frente Renovador.
El horno no estaba para bollos porque el massismo venÃa reclamando una mayor participación en la primera lÃnea de la batalla económica, sin descartar la idea (avalada por unos y desmentida por otros) de que el propio Massa pudiera desembarcar en un superministerio creado ad-hoc.
Sin embargo, el premio mayor luego de la ingenua caÃda de MatÃas Kulfas por su nunca más inoportuno off contra la vaca sagrada del peronismo, Cristina Kirchner, se lo llevó el viejo rival interno del tigrense por más de una década, y esa fue la gota que rebalsó el vaso en una fuerza polÃtica que venÃa pidiendo que le den pista en el Gobierno.
Rápido de reflejos, Alberto Fernández subió a Massa al avión que llevó a la comitiva argentina a la Cumbre de las Américas, en Los Ãngeles. Y creyó que ese caramelo serÃa suficiente para endulzar a Massa, compensar por la designación de Scioli y aquietar las aguas. Pero no.
En las últimas 48 horas, sectores del Frente Renovador empezaron a difundir a través de off con medios periodÃsticos la realización del tantas veces postergado Congreso partidario.
La convocatoria es para el 15 de julio en Mar del Plata. Hasta ahÃ, nada fuera de lo normal. Lo llamativo es que esas fuentes adelantaron cuál es el estado de ánimo en el que llega el massismo a ese cónclave y el pedido concreto que le harán al lÃder partidario para que suspenda el rol de componedor entre el kirchnerismo y el albertismo y retome su propia agenda con impronta clasemediera y la construcción polÃtica inherente al Frente Renovador.
Un montaje del clima de descontento que reina en el massismo respecto al lugar que ocupa ese espacio en la coalición oficialista, con el evidente objetivo de subirle el precio a Massa de cara al armado electoral del año que viene. Quieren que sea candidato presidencial en el Frente de Todos, con o sin PASO.
La respuesta de Alberto Fernández a esa movida es calcada a la anterior: le ofreció a Massa millas internacionales, con la invitación a acompañarlo a la Cumbe del G-7 que se celebrará en el castillo de Schloss-Elmau, en los Alpes bávaros.
La comitiva presidencial partirá del aeropuerto de Ezeiza el próximo sábado por la noche, y llegará a la ciudad de Múnich. Luego la delegación recorrerá 100 kilómetros al sur para llegar al destino final, enclavado en un paisaje espectacular en medio de los alpes.
Argentina es uno de los seis paÃses invitados al encuentro que no forman parte de los paÃses miembros: Alemania, Estados Unidos, Canadá, Japón, Italia, Francia y Reino Unido.
El mandatario y su comitiva tendrán la oportunidad de conversar y deliberar con los máximos lÃderes mundiales.
Fuente:NA